miércoles, 31 de mayo de 2017

"MI EXPERIENCIA COMO VOLUNTARIA EN PHAL" - La vivencia de ser parte del voluntariado de Proyecto Hombre Almería.


Cuando me propusieron contar qué suponía para mí ser voluntaria en proyecto hombre tuve claro el sentimiento que vino a mí en ese momento. Ahora sólo faltaba lo más difícil, ponerle palabras a esa sensación. Veréis, hay cosas que surgen o llegan a uno sin planearlas y de repente se convierten en algo que da vida. Pues eso me ocurrió a mí con Proyecto Hombre. 

La mayoría de las veces siento que más que ayudar me ayudan. Me ayudan a crecer como persona, a valorar lo bueno que tengo, a aceptar lo que no puedo cambiar y a tratar de mejorar lo que aún está en mis manos. Para mí es un regalo que alguien sea capaz de abrirme su corazón y su vida como si me conociera desde siempre, y que además eso de algún modo le reconforte. Lo que no sabe, es que en el fondo es algo mutuo. Lo que quizás no sabe es que por ese instante compartido yo vivo su historia, y siento su dolor o su alegría, y eso me hace apreciar el valor real de la vida, vivir. Algo tan sencillo que muchas veces se olvida en el camino. 

Desde el momento en que llegué la familia de Proyecto Hombre me recibieron con los brazos y el corazón abiertos. Es una familia que camina junta unida por un mismo fin, y esa armonía se respira al entrar. Cuando abro la puerta yo también siento estar en un lugar seguro donde me dan refugio y cuidados. Lo mismo que recibo es lo que trato de aportar como voluntaria a las personas que allí buscan encontrarse a sí mismas. Conocerse y quererse a uno mismo es una de las pruebas más complejas de la vida, pero con corazón y valentía se puede, y allí he visto a gente lograrlo. 

Poco más añadiría, para mí está pequeña reflexión es como dar un abrazo al mismo tiempo a todas las personas que en algún momento he conocido y disfrutado allí. 

Por último, me gustaría dedicar unas palabras a los usuarios/as: 

“Habéis empezado vuestro camino a sabiendas de que la vida os va a retar una y otra vez a aprender y desaprender. Tendréis que curar heridas, atreveros a sentir, asimilar despedidas y aceptar vuestro nuevo yo. Os habéis atrevido a dejar de esconderos para mostrar vuestra autenticidad. Si caéis mirad a vuestro lado, seguro habrá una mano para acompañaros, una mano como la de Proyecto Hombre que estará siempre ahí, no como salvación, si no como encuentro, pues al final es uno mismo quien decide salvarse y amarse, el resto ya vendrá después.”


Araceli Jiménez Llamas
Voluntaria de PHAL