miércoles, 14 de junio de 2017

“MI PASO POR PROYECTO HOMBRE ALMERIA” - La vivencia de un familiar de PHAL.


Voy a intentar contar mi historia desde que descubrí que mi hijo Alejandro consumía algo más que porros, y eso fue unos meses antes de llegar a proyecto hombre. En el momento que lo descubro, pienso que no puede ser, y me niego a creer que algo así me esté ocurriendo, me derrumbé por completo y me quería morir, mi vida se había vuelto una pesadilla, intenté hablar con mi hijo muchas veces pensando que con eso iba a resolver el problema, viendo que no servía de nada empecé a buscar información sobre el tema y mi médico de cabecera me habló de un especialista en drogas, de inmediato me fui a hablar con él, pero no me dio ninguna solución, me dijo que tenía que ser él quien pidiese ayuda y hasta que no tocase fondo no lo haría.

Me fui peor de lo que había llegado y sin poder creer que no pudiese hacer nada. Al día siguiente tuve que ir de nuevo a mi médico de cabecera porque no podía resignarme a ir viendo como mi hijo se iba quitando la vida poco a poco, y esta vez me habló de Proyecto Hombre. En mi primera cita me encontré con unas terapeutas llenas de ternura y cariño que me escucharon y me dieron las pautas a seguir para lograr que mi hijo fuese al centro, Marisín* me preguntó que porqué pensaba que mi hijo consumía a lo que le contesté que tendría problemas de algún tipo y eso le había llevado al consumo, también me dijo que a qué estaba dispuesta y le dije que a todo. Pues siguiendo sus consejos actué y a los pocos días estábamos los dos en el centro.

Las primeras veces que llegaba, me extrañaba ver a las madres, esposas etc. de usuarios conversando animadamente y con caras felices, yo me preguntaba cómo podían estar alegres con semejantes problemas, porque yo llegué destrozada moralmente, a las dos semanas pude entenderlo, porque allí encontré la esperanza, apoyo y ayuda que necesitaba, no solo para mi hijo en el cual el cambio que ha efectuado es increíble, sino para mí también, me ha ayudado a ser más humilde, comprensiva y no juzgar a la ligera a las personas.

En Proyecto Hombre se hace una labor de reeducación en las personas, tanto usuarios como familiares digna de admiración, y que desgraciadamente desconocía hasta llegar ahí, doy gracias a que haya un lugar así para los que lo necesitamos y poder seguir con esperanza e ilusión.

(*) Terapeuta de Proyecto Hombre Almería.


Virgina G.
Madre de uno de nuestros jóvenes de PHAL